lunes, 17 de junio de 2013

BRETÓN: "LA FORENSE HA SIDO PRESIONADA"

José Bretón, en el primer día de juicio

"José es rencoroso y es de los de ojo por ojo y diente por diente con todos los que le hagan algo. Es un psicópata, frío y calculador". Son palabras de Ruth Ortiz, que estuvo casada con él nueve años y le dio dos hijos. "Es celoso, envidioso, obsesivo, machista, intolerante, nada comprensivo, no es cariñoso, no es atento, no es detallista, percibe perfectamente los defectos y debilidades de las personas y los destaca". Así describió en una carta Ruth al que todavía era su marido legalmente. Pero no es la única.

Los primeros días, tras la desaparición de los pequeños Ruth y José, cuando todo apuntaba a que los niños estaban muertos pero aún planeaba la cautela y la esperanza, los investigadores más avezados se mostraban sorprendidos. "No me he encontrado a un individuo como este en mis años de policía. Raro es poco. Hablas con él y parece que estás hablando con una puerta. Luego te suelta unas barbaridades tremendas y a ella (Ruth) la odia. Eso es lo que más nos preocupa. Pinta a venganza". 

Yo insistía e insistía en que si había alguna posibilidad de que los niños estuvieran vivos. Las miradas de los agentes eran pura elocuencia. "Ojalá", era la respuesta como una consigna. "¿Pero está loco, tiene algún trastorno?", volvía a la carga. "No está loco. Es malo. Es capaz de eso y más". 

Hoy hemos visto de nuevo a José Bretón, que carecería de cualquier encanto a ojos públicos incluso si no estuviera acusado de asesinar y quemar a sus hijos. Con su camisa primorosamente planchada (sus padres le visitaron el domingo en la cárcel), su pelo de raya marcada y su ganancia de peso gracias al buen rancho de prisión el tipo no movió un músculo sabiéndose observado y odiado por media España. 

Cada vez que lo veo o escucho no puedo evitar la frase del curtido investigador: "Capaz de eso y más". La relectura de algunas partes del voluminoso sumario del caso me causan escalofrío. "La forense ha sido presionada para cambiar el informe", les dijo en octubre pasado al doctor Jaquotot, coordinador de Psiquiatría del Hospital Reina Sofía de Córdoba y al doctor Sáez, forense del Instituto de Medicina Legal de esa provincia. Lo habían examinado diez meses antes: "Ya no se muestra tan atento ni tan amable, ni colabora en la misma medida en la entrevista. Por el contrario, se muestra suspicaz, desconfiado y duda abiertamente de la imparcialidad de estos peritos". 

Bretón duda de todos: juez, policías, forenses, psiquiatras... "no sé qué mentes están detrás de todo esto", les dijo. Los médicos estudiaron la posibilidad de que tuviera una alteración del pensamiento. Pero no: "tras un análisis minucioso se descarta cualquier tipo de psicopatología en este sentido". Tampoco tiene afectado su nivel de conciencia o memoria. No está loco, no... Así que vuelve a recobrar su posición la frase del policía que miró a Bretón a los ojos y supo que mentía.

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