sábado, 30 de marzo de 2013

BEREZOVSKI "EL AHORCADO"

Boris Berezovski *Foto: David Bebber Fuente: upload.wikimedia.org



Una mansión vacía cerca de Londres y un cadáver ahorcado, el del ruso Boris Berezovski, me evocan las semanas dedicadas a estudiar y entender a los llamados oligarcas, un capítulo del libro escrito a cuatro manos con Pablo Muñoz: "Palabra de Vor. Las mafias rusas en España" (Espasa, 2010). La Policía británica aún duda de si Berezovski se ahorcó o le ahorcaron. Fue encontrado con una prenda "atada alrededor del cuello y un trozo de tela similar en la barra de la ducha". 

La primera vez que oí su nombre fue relacionado con el exespía ruso Alexander Litvinenko, quien en su refugio británico denunció en rueda de prensa que sus jefes le habían ordenado matar a Berezovski. Litvinenko sabía y proclamaba que con esa declaración pública había firmado su sentencia de muerte. Entre mediados de octubre y principios de noviembre de 2006 fue envenenado con Polonio 210. 

Litvinenko colaboró con los encargados de luchar contra la mafia rusa en España; se reunió con ellos (como nos contaron de primera mano) en un hotel de una ciudad que aún hoy es preferible no revelar. Era 1 de julio; eligieron un salón reservado acorde con la tensión de la cita. «Era un ex espía y había cometido crímenes espantosos. Además, trabajaba para Berezovski, de quien conocíamos su trayectoria, sus amistades peligrosas y cómo había llegado adonde estaba. Nuestra posición no era sostener una charla amistosa con él, sino someterle a un interrogatorio».

Lo primero que les tengo que decir es que hasta mi salida formé parte de un grupo de asesinos del FSB, que actuábamos en Chechenia y allí donde se nos pidiese. Recibimos órdenes, y las cumplimos, de matar, de torturar, de enterrar a gente viva… La última instrucción que me dieron mis jefes, y que me negué a cumplir, fue acabar con Boris Berezovski. Ofrecí una rueda de prensa para que todo el mundo supiera lo ocurrido. Desde entonces sé que tengo los día contados. ¿En qué puedo ayudarles?                                                                  

Litvinenko les habló de Zakhar Kalashov, el vor de la mafia georgiana, a quien se acababa de detener en Dubai y ya estaba encarcelado en España (donde continúa tras ser condenado por la Audiencia Nacional primero y el Tribunal Supremo, después). Pero les dio muchos más nombres y detalles de esos que solo puede conocer un teniente coronel como era Litvinenko. 

Kalashov, contó, tenía mucha influencia a través de Vadri Patarkashvili, que era candidato a la presidencia de  Georgia y hombre de confianza de Boris Berezovski. Patakashvili, que  se hizo con la empresa Sibneft —en la que también participaban Roman Abramovich, actual presidente del Chelsea, y el propio Berezovski—,  contrató a Kalashov como asesino a sueldo. Sibneft forma ahora parte de Gazprom.
      
El ex espía ruso se movía por el Reino Unido con una identidad falsa que se camuflaba tras las iniciales E. C. Pesaba sobre él una orden internacional de busca y captura, pero lo cierto es que estaba bajo la protección de Gran Bretaña. Además, Berezovski, el multimillonario empresario que había acogido a Litvinenko, a quien hizo su jefe de seguridad, tenía buenos contactos con el poder político y económico británico, lo que le permitía disfrutar de algunos privilegios. No en vano fue uno de los protegidos hasta el final del mandato del presidente Boris Yeltsin. Era en ese momento, a finales de los años noventa, la cara pública de los poderosos oligarcas rusos y fue, además, la persona, que presentó al presidente al antiguo espía e incipiente político petersburgués Vladimir Putin durante una reunión celebrada en Davos en 1998.

El antiguo espía dio cuenta de otra reunión celebrada en el año 2000 entre Boris Yeltsin, su hija Tatiana y Berezovski, por una parte, y Putin, un alto cargo del FSB y dos oligarcas por otra. En esos momentos ya se adivinaba la caída del entonces presidente y comenzaba a ser inevitable el ascenso de los hombres del FSB al poder. Sin embargo, había que vencer las reticencias del primero a dejar su cargo y para eso lo mejor era lograr un acuerdo beneficioso para todos.
            
Durante ese «cónclave» Putin expuso que tanto el FSB como los «ministerios de fuerza» (Interior, Defensa y Justicia) se comprometían a respetar el patrimonio de la familia Yeltsin y a no «levantar las alfombras», si este abandonaba el poder sin oponer resistencia. Los Yeltsin no tardaron en acceder a la petición, ya que a esas alturas estaban más interesados en el dinero que en cualquier otra cosa, incluido el futuro de su país. Para que no faltara detalle, Alexis II, el Patriarca de Moscú, fue quien avaló el pacto. 

Berezovski primero y Litvinenko después se convirtieron en enemigos irreconciliables de Putin. Y luego trenzaron una alianza en el exilio forzoso de ambos en Londres. El principal sospechoso del envenamiento del antiguo espía llegó a acusar a Berezovski del asesinato de Litvinenko. Hace un año, el oligarca, gran matemático y maestro de la intriga política, perdió su batalla judicial con Roman Abramovich: seis millones de dólares que volaron de sus manos. Y no fue la única pérdida: su mujer y sus hijos abandonaron la mansión, y al marido y padre. Con todo, los expertos en mafia rusa no creen que decidiera quitarse la vida y menos de esa forma  tan burda. No era su estilo. La respuesta, si llega, está en la investigación abierta por la Policía británica. ¿El todopoderoso hombre de Yeltsin se ahorcó o lo ahorcaron?



viernes, 29 de marzo de 2013

LOS REPTILES DE LOS ERE: LANZAS Y GUERRERO (I)

Juan Lanzas, horas antes de ingresar en prisión  *Foto: Kako Rangel


"Cuando entre en prisión hago allí un ERE", comentaba entre risas el "conseguidor" de los ERE fraudulentos de la Junta de Andalucía, Juan Lanzas, a los periodistas que esperaban el auto de la juez Mercedes Alaya durante la madrugada del pasado viernes. Despreocupado y socarrón, así se mostraba, con la camisa entreabierta, el que fue sindicalista de UGT durante 22 años por más que ahora Cándido Méndez y su cohorte miren hacia otro lado. Quizá la sonrisa le nacía de la seguridad que otorgan los 13 millones que se ha llevado a su casa, buena parte procedentes del vaciado de las arcas públicas andaluzas, o quizá de imaginarse en uno de los 16 inmuebles que ha comprado en la última década. Alguien que guarda 80.000 euros bajo la cama no descompone el gesto con facilidad.

Su amistad con el que que fue director general de Trabajo de Andalucía, Francisco Javier Guerrero (la comunidad con la tasa de desempleo más alta de España) viene de lejos. Se conocieron pergeñando uno de los primeros ERE fraudulentos investigados: el de Hijos de Andrés Molina. Tan buenas migas hicieron que durante 2006 y 2007 se dedicaron a hacer turismo nacional e internacional acompañados de sus esposas. Cinco días en un hotel de Mojácar; ocho en China que costó 6.311 euros y

que fueron pagados por una sociedad instrumental de Lanzas; otro viaje a Egipto en marzo del año siguiente (cinco mil euros más a cuenta de fondos públicos, al menos en parte) y para rematar el año Nochevieja en un hotel con encanto de Baeza.

Prevaricación, malversación, cohecho, tráfico de influencias, falsedad en documento mercantil, blanqueo de capitales y asociación ilícita. Todos esos delitos imputa la juez Alaya a Lanzas, a quien llama "el amigo de la Administración", pero él solo piensa en pasárselo bien en la cárcel. Es su filosofía de vida. Sin ostentación, pero sin tregua a la rapiña.

La juez, con los informes que le ha puesto sobre la mesa la UCO de la Guardia Civil, lo tiene claro: "Estamos ante un sistema perfectamente establecido, en el que la concesión de ayudas (de la Junta de Andalucía) se convierte en el verdadero negocio, cuyo volumen se incrementa mientras más ayudas se otorguen, aunque no exista partida presupuestaria para ello, pues las mismas generan todo un proceso en el que han de intervenir múltiples actores: por un lado la Consejería de Empleo otorgando las subvenciones, y de otro lado las consultoras, los intermediarios (los sindicatos) y los despachos de abogados que tramitarían el proceso de reestructuración empresarial".
La juez Mercedes Alaya, la semana pasada *Foto: Rocío Ruz


La clave está en las sobrecomisiones, escandalosas, de hasta más del 20 por ciento, el "verdadero alimento de la trama corrupta", de la que se nutren todos, el sustento del "fondo de reptiles" del que se han alimentado  reptiles con nombres y apellidos. Unos, como Guerrero y Lanzas, los personajes de serie B, están en la cárcel. Otros, siguen siendo una X en los autos judiciales, pero tienen nombre y apellidos de sobra conocidos. "La autoridad pública permitiría la ilícita disposición de los fondos de la Administración", señala la juez Alaya. Puede ser más explícita, pero aún no es el momento...