martes, 25 de marzo de 2014

"TENEMOS UN SUBGRUPO ACORRALADO" (CONVERSACIONES 22M)



-"Tenemos un subgrupo acorralado en el paseo de la Castellana".
-"¿A qué altura?"
-"¡Bajen rápido, bajen rápido, que están completamente acorralados!". "Tienen como unas mil personas alrededor".
"Recibido 90- 90. Recibido. Venga que esperen abajo, que van los compañeros. Venga rápido"

Es una de las conversaciones que corrió el sábado por la noche de equipo en equipo de transmisiones de la UIP cuando un grupo de policías quedó a merced de un millar de individuos. El resultado ya se conoce: 67 agentes heridos y 34 manifestantes. Cabezas abiertas, dientes por los aires, traumatismos... volaron los adoquines, los hierros, las bolas metálicas y actuaron los pinchos improvisados. La Dirección General de la Policía ha abierto una información reservada para analizar lo ocurrido durante la manifestación "Marcha por la Dignidad" y depurar responsabilidades. Más que nada porque al día siguiente y, por primera vez en su historia, un nutrido grupo de uiperos se concentraron en la puerta de su base en Moratalaz para pedir explicaciones.  

Ellos estaban allí y saben que las órdenes se congelaron, que no se les dejó actuar con material antidisturbios hasta que pasada media hora era demasiado tarde. Los "Pumas" se iban pasando las órdenes o más bien el silencio, la inacción. 
Que no hagáis nada!. Todo el mundo quieto. 
-Puma 3 para Marte.
-¿Es suyo el subgrupo del Paseo de la Castellana? 
-Que deje de moverse, estáticos, dejemos que se disloquen
 -Recibido. 
 -Ahora mismo no hay lanzamientos. Tenemos separada la manifestación. La hemos cortado
-Puma 3 a Puma 110 Dos detenidos en la zona de Marqués de Braganza con Paseo de la Castellana

Son algunas de las conversaciones que quedaron registradas y que ahora se van a investigar. La UIP está en pie de guerra ante un dispositivo abultadísimo (33 grupos operativos formados por entre 45 y 50 hombres) pero al que se le abrieron las costuras.   

"Ha sido vergonzoso. Puma 70: 35 heridos; el grupo 90 que fue el primero en llegar a apoyarlos 11 heridos. El oficial cinco dientes volados de un adoquinazo y treinta puntos en la boca...Y cayendo como chinches. La orden era: Aguantad, pelotas no...El peor operativo conocido hasta ahora, y no lo digo yo, lo dicen compañeros con 15 o 20 años en unidades... He llorado al ver a mi oficial con la boca cosida... Qué impotencia", explica otro de los policías.

Las imágenes y las palabras forman el retrato en el que mirarse. Las razones de los alborotadores son de sobra conocidas (solo uno de los 24 detenidos ha ingresado en prisión), pero ¿y las de los jefes del operativo? Hoy se celebrará una nueva reunión con la cúpula policial. Mañana, si no hay ceses, aseguran que empezarán las movilizaciones. 

lunes, 24 de marzo de 2014

"APOYO URGENTE. NOS ESTÁN AGREDIENDO. NO PODEMOS MÁS"






"Apoyo urgente, apoyo urgente, nos están tirando adoquines" tronaban los equipos de transmisiones. "Solicito empleo uso material". "Nos están agrediendo. No podemos más". Y al otro lado silencio. El silencio más indigno e incompetente que recuerdan los uiperos veteranos. Eran las 20.20 horas del sábado y las llamadas "Marchas de la Dignidad", autorizadas y legítimas, habían derivado ya en un salvaje espectáculo, una guerrilla urbana con un objetivo: acorralar a los policías y destrozar como una manada en estampida lo que encontraba a su paso. 

Es la tónica de las manifestaciones en Madrid desde hace un tiempo: mudar la lógica y esperable reivindicación de quienes peor lo están pasando en batallas desiguales y consentidas. Pero lo de ayer marcará un punto y aparte porque mientras los valientes guerreros embozados atacaban con hierros, palos, adoquines de un kilo y armas blancas a un grupo entero de la Unidad de Intervención Policial (el grupo 7) en el Paseo de Recoletos y estos pedían ayuda desesperadamente a través de las emisoras, al otro lado sus jefes callaban y los abandonaban a su suerte, según denuncian quienes estaban de servicio. El comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, el jefe de las UIP, José Miguel Ruiz Iguzquiza, y el jefe de la Primera UIP, Francisco Javier Virseda Serna ("Puma") estaban muy cerca y durante más de media hora no ordenaron ni que se actuara ni que se les apoyara. "Estamos aislados. Solicito empleo uso material" (es decir, material antidisturbios: salvas y pelotas de goma).  

Los grupos en reacción se encontraban a solo unos metros y no se les dejó apoyar. El uso de material antidisturbios solo se permitió cuando ya era tarde. Consecuencia: 67 policías heridos, 40 de ellos del grupo 7 de la UIP.  A Pedro, inspector, el jefe de ese grupo le abrieron la cabeza. Le quitaron el casco a puntapiés y le siguieron pateando. Su cabeza cosida con once puntos no necesita más aclaraciones. A otro de sus hombres, el subinspector, le asestaron dos puñaladas con lanza casera y tornillo. Si no hubiera llevado el chaleco antitrauma, lo habrían matado. 

"Nunca vi nada igual. Veíamos llegar continuamente Samur y sabíamos que era para atender a nuestros compañeros. Se les oía gritar y pedir auxilio, decían que no aguantaban más... La rabia y la impotencia que sentí es difícil de explicar". Habla un agente que lleva más de veinte años en el Cuerpo, casi una década en la UIP. "No hubo órdenes de mover grupos para apoyar a los compañeros; los estaba atacando... Creo que ha sido la peor experiencia de mi vida. Los equipos de transmisiones mudos esperando la orden y nada. Bastaba con decir: "uso de material ya. simplemente eso". Me hirvió la sangre", cuenta este veterano.

Había nada más y nada menos que 33 grupos operativos desplegados formados por entre 45 y 50 hombres cada uno, llegados de Madrid, Sevilla, Valencia, Pamplona, Canarias, Valladolid y La Coruña. "Puma" estaba al frente, por encima de él, Marte, y Puma 1, 2 y 3 eran los tres coordinadores a las órdenes de Puma, con varios grupos a su cargo. Un engranaje, en teoría, bien engrasado al que ayer le chirriaron las piezas. "Éramos los número uno en orden público, la envidia de Europa. Hasta ayer. Además había ocho observadores internacionales para ver nuestro trabajo y nos cubrimos de gloria".

Los cuatro sindicatos que aglutinan a casi todo el Cuerpo (SUP, CEP, UFP y SPP) van a convocar una concentración el próximo miércoles a las puertas del centro policial de Moratalaz, donde tiene su base la UIP. Es el inicio del calendario de movilizaciones, si para entonces Interior no ha cesado a los máximos responsables de lo ocurrido ayer a juicio de los agentes: el comisario general de Seguridad Ciudadana, el jefe de las UIP y el jefe de la 1 UIP "por su inoperancia ante los graves hechos acontecidos". 

"Ayer ganaron ellos, pero perdimos todos", reflexiona con amargura el agente. 24 detenidos, 67 policías heridos y la creciente sensación de impunidad. Era una marcha por la dignidad, pero ni los manifestantes (entre los que se colaron los de siempre) ni los mandos aguantan un pase de fotos o vídeos de Recoletos a cámara lenta. "Nos dejaron solos". Quizá sea el mejor resumen. 


lunes, 17 de marzo de 2014

EL PEDERASTA ESCUDADO EN ALÁ Y JEHOVÁ

Grover Morales, al ser detenido; a la derecha, su víctima
La pequeña Nada ya está en Barcelona. Ha recorrido tinieblas paso a paso en los últimos siete meses, mudada de país primero y luego de aldea en aldea como una yegua comprada o robada en el mercado en un país desconocido, entre extraños que ni siquiera hablaban una lengua que ella entendiera. De momento, le han retirado la custodia temporalmente a sus padres por mucho que este fin de semana se manifestaran y aseguraran haber sido víctimas de un engaño. El juez les imputa un presunto delito de abandono de familia, aunque podrán ver a su hija en un centro de atención a la infancia de la Generalitat de forma "controlada". La UCO de Guardia Civil asegura que la dejaron salir de España con un poder notarial (aparentemente firmado por ellos) para que fuera de vacaciones con su vecino boliviano, Grover Morales, porque la cría jamás las había tenido. Este individuo aseguró que viajaron a su país para comprar oro y revenderlo aquí dada la precaria situación económica de los progenitores de la menor, que tienen otros dos hijos. Pero Nada ni ha tenido vacaciones ni ha traído oro. Fue secuestrada, obligada a recoger hoja de coca, a caminar por senderos de barro y lodo en medio de la selva, a bautizarse y a vivir con su captor como su esposa.

Grover Morales, 36 años, con aspecto de selenita, sabía bien lo que quería. Le gustan las niñas (estuvo preso, aunque solo unos meses, por violar a sus dos hermanas menores). Cuando salió de la cárcel en Bolivia y lo desterraron de su pueblo eligió España, adonde llegó con una identidad falsa y donde ha subsistido hasta el pasado mes de agosto. Unos días después ya no permitió más a Nada hablar con sus padres por teléfono. Ellos corrieron a denunciar, pero han hecho falta siete largos, interminables meses para hallar a la secuestrada y al raptor, que la había confinado allá donde el teléfono, la carretera, la luz y el agua no llegan: en la zona selvática más inaccesible de El Chapare.    

Me llamó la atención desde que conocimos el caso, aparte del evidente aspecto de semiiluminado de Morales, su flirteo con creencias religiosas dispares, antagónicas, en apariencia al servicio de sus propósitos de estupro. En unos meses pasó de declararse seguidor de Alá y visitar la mezquita de Hospitalet de Llobregat proclamando su inminente conversión al Islam a buscar cobijo en iglesias de la secta AEMIMPU (Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal), seguidores de Jehová, que consideran la agricultura como la primera empresa creada por Dios para la humanidad (incluido por supuesto el cultivo de coca). No se sabe si los seguidores de este grupo le ampararon o no, pero sí que obligó a la niña a bautizarse siguiendo el rito al uso y a cubrirse la cabeza con pañuelo, mientras la arrastraba de aldea en aldea al saberse perseguido. Su madre lo encubrió, pese a que lleva más de un mes encarcelada por hacerlo.

En la entrevista que realizaron colegas bolivianos a pie de celda a Morales, el individuo declaró sin empacho que Fátima la madre de Nada le había autorizado a que se casara con su hija porque el Islam lo permite (la pequeña tenía nueve años cuando fue secuestrada y ha cumplido diez durante su cautiverio). También argumentó cuando la salida islamista no parecía convincente que es habitual entre los seguidores israelitas, algo que tampoco parece que se acerque a la realidad. En ambos casos, desde luego, contraviene la ley boliviana para cuyas autoridades el individuo ha cometido trata de personas, asociación delictiva y abuso sexual. Ya está en una cárcel de Cochabamba en la que sus argumentos con Alá y Jehová como escudo a buen seguro que no calarán en la conciencia de otros reos.  


lunes, 3 de marzo de 2014

PALABRA DE CALÓ



"No queremos que vea nunca más a sus hijos y el siguiente paso es cambiarles los apellidos. No tiene derecho a nada después de lo que ha hecho". Sinaí Giménez es gitano, despliega una educación exquisita al hablar pero sus palabras son rocosas, sin concesiones. Nada de medias tintas. Es el secretario general de la Sociedad Gitana de Galicia y se ha convertido en la voz de otros Jiménez, estos con jota, la familia de Lupe, asesinada por su marido la pasada semana en La Coruña. Para las estadísticas es un crimen de violencia de género, con maltrato previo no denunciado; ellos no quieren que sea catalogado así y de hecho los hijos (ha dejado seis huérfanos, cuatro de ellos menores de diez años) han renunciado a una ayuda económica para las víctimas de crímenes machistas, ofrecida por la Xunta, porque consideran que de esa manera niegan cualquier derecho al padre, José Luis Cortiñas, ya encarcelado. 

Conversar con Sinaí me ha hecho reflexionar sobre este tipo de violencia de la que no escapa ningún grupo social, ninguna etnia, y cómo afecta a las mujeres gitanas. Desde 2009 existe un grupo de violencia de género, creado en el seno de la Fundación Secretariado Gitano, y que cuenta desde hace un par de años con un protocolo específico para ayudar a las víctimas. Pero frente a esos avances, se imponen atavismos difíciles de quebrar. Lupe es un ejemplo. Estaba embarazada de su séptimo hijo y su marido la acusaba de que ese hijo no era suyo. Ella le había ofrecido que en cuanto naciera la criatura le hiciera una prueba de paternidad. A él no le sirvió. 


EL FARO DE VIGO       *Gustavo Santos


El maltrato había empezado mucho antes. Una mujer acudió a denunciarlo hace unos meses. Cuando la juez preguntó a Lupe, ella lo negó. "No quería delatar a su marido, llevaban más de veinte años juntos. Tenían seis hijos y dos nietos. Hizo lo que hacen las gitanas: pedir ayuda a la familia", explica Giménez. La mujer acudió a sus cuñadas y a su suegra en busca de apoyo. Se lo negaron, le decían que mentía y que estaba loca. Ahora, los parientes de ella y también los patriarcas culpan a los que no la escucharon cuando estuvieron a tiempo, por eso los han desterrado de las provincias en las que se puedan encontrar con allegados de la víctima. Ellos lo denominan "orden de alejamiento". Pero no la ha dictado un juez, le insisto. "Los jueces a veces aprenden de nosotros", me suelta Sinaí sin inmutarse. 

"Si la ayuda de la familia no sirve, se acude a los patriarcas, al consejo de ancianos y si después de intentarlo todo eso tampoco vale, entonces la mujer puede separarse. Pasado un tiempo, cuando se vuelva a casar él, ella también puede hacerlo. Hay muchas gitanas divorciadas", aclara Sinaí Giménez. La costumbre presidiéndolo todo. Le reitero que Lupe negó a la juez que sufriera malos tratos. "Es nuestra forma de actuar y casi siempre funciona". Sinaí parece tener respuesta para todo. "Mire, los gitanos no matamos a nuestras mujeres ni a nuestros hijos. Va contra la naturaleza". No es el primer caso, y le recuerdo dos antiguos crímenes en Madrid y Alicante. "Esos casos se analizaron en las Asambleas nacionales y se supo que ellos no eran gitanos puros, tenían mezcla".  

Merece la pena la charla con Sinaí, mientras al fondo se oye a los niños de Lupe y a sus hermanas. Acabamos hablando del papel de la mujer gitana (su hermana me atendió pero rápidamente le pasó a él el teléfono excusándose por no saber lo que debía decirme); del culto (la Iglesia Evangélica en torno a la cual gira la vida de muchos de ellos) y, por supuesto, de la víctima que dejó a su familia en Vilaboa (Pontevedra) para ir a vivir a Lugo cuando se casó siendo casi una niña. Allí volvió para buscar refugio. Pero nada le sirvió ante la furia ciega y los ardides de su marido, el padre al que los hijos han jurado no volver a ver. "Más vale que cualquiera de ellos se aleje si hay un pariente de la pobre Lupe cerca", dice Sinaí, al tiempo que insiste en que el destierro persigue evitar la venganza y devolver la paz a las familias. Palabra de caló.  

Os dejo este enlace sobre el trabajo en igualdad de género que desarrolla la Fundación Secretariado Gitano. Me gusta el título del vídeo "Sinelo Romí" (Soy Mujer)

http://www.gitanos.org/que-hacemos/areas/igualdad_de_genero/index.html